90th Anniversary of
Montgomery Clift's birth


90º Aniversario del nacimiento de Montgomery Clift (1920-2010)

aaaaa TODA LA INFORMACIÓN SOBRE EL ACTOR MONTGOMERY CLIFT EN ESPAÑOL aaaaa

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22.9.13

Matt Bomer será Montgomery Clift en un biopic

¡ Por fin van a rodar una película sobre Montgomery Clift !

Quizá no nos guste el guión o el actor elegido pero sin duda nos alegramos de que se haga una película sobre Montgomery Clift. Uno de los mejores actores de la Historia del Cine no puede caer en el olvido. Hay que hacer todo lo posible para difundir sus películas y que las nuevas generaciones lo conozcan más allá de de su atormentada, conflictiva y escandalosa vida y su chiclé como homosexual.

El actor elegido es Matt Bomer, un actor muy conocido y que poco a poco se hace un hueco en el panorama actual. Saltó a la fama en la serie White Collar (Ladrón de guante blanco) y durante un tiempo los fans de la trilogía 50 Sombras de Grey apostaban por él para reencarnar a Christian Grey. Era el candidato con mas respaldo y se veía como la mejor elección pero no fue así.

Hoy mismo se ha sabido que será Montgomery Clift en la plantalla.

¿Qué opináis? ¿Os gusta que hagan una película sobre Montgomery Clift?

http://www.huffingtonpost.com/2013/09/18/matt-bomer-montgomery-clift_n_3950317.html

English text:

Finally you will shoot a film about Montgomery Clift!

Perhaps we do not like the script or the chosen actor but no doubt pleased to make a film about Montgomery Clift. One of the best players in the history of film may not fall into oblivion. To do their utmost to disseminate his films and that new generations know him beyond his troubled, troubled and scandalous life and its chewing gum as a gay man.

The chosen actor is Matt Bomer, a well-known actor and which is gradually made a hole in the current scene. He rose to fame in the series White Collar (white-collar thief) and for a while fans of the trilogy 50 shades of Grey betting on him to reincarnate Christian flock. He was the candidate with more support and it looked like the best choice, but it did not.

Today has been known to be Montgomery Clift in the format.

What do you think? Do you like to do a film about Montgomery Clift?

30.4.13

Próxima biografía

haz click para agrandar / to click to enlarge

Estamos de enhorabuena, pues si hace poco Amy Lawrence publicaba una biografía, ahora sabemos de un nuevo libro que aparecerá el próximo 15 de diciembre:

MONTGOMERY CLIFT. QUEER STAR

Está escrito por la Doctora Elisabetta Girelli, quién actualmente es Lectora en Estudios de Películas en la Universidad escocesa de St. Andrews.


El libro será publicado por la Wayne State University ubicada en Detroit (Michigan) .

Ficha del libro:


Por último, quisiera comentar que he contactado con Elisabetta a través de Facebook y me ha comentado que conocía este blog que ha visitado a menudo.

La foto elegida como portada es bastante desconocida, la fecho en torno a principios de los 50, una vez rodada ya A place in the sun (Un lugar en el sol).

26.3.10

The Passion of Montgomery Clift, by Amy Lawrence

Acaba de salir una nueva biografía sobre Montgomery Clift. Está escrita por Amy Lawrence, profesora de Estudios cinematográficos y televisivos y Literatura comparada, y editada por la University of California Press (UC Press).

El título, muy acertado, parece inspirado en su película Freud, secret passion (1962) y la foto pertenece a la sesión de fotos que le tomaron el 30 de noviembre de 1948 para la revista Life. Ver post.

Es una noticia estupenda, que siguen homenajeándolo y se quiera conocer un poquillo cómo fue la vida y la obra del gran Montgomery Clift. Si yo tuviera los medios necesarios a mi alcance, reconozco que me encantaría escribir una biografía sobr él en base a lo que voy recopilando en este blog.

Éstos son los datos de la edición:

(English text):

* Author: Amy Lawrence

* Title: The Passion of Montgomery Clift

* Prices: $60.00, £41.95 hardcover /$24.95, £16.95 paperback

*352 pages, 6 x 9 inches, 13 color illustrations, 41 b/w photographs

* Availability: June 2010, Available worldwide

* Description:

From his 1948 film debut in Red River through such classics as The Heiress, A Place in the Sun, and From Here to Eternity, Montgomery Clift exemplified a new masculinity and—leading the way for a generation of actors, including Marlon Brando and James Dean—epitomized the new naturalistic style of acting. Clift's impact was such that, both during his troubled life and after his untimely death, fans described the actor in religious terms, characterizing Clift as a vision, acolyte, and martyr. In The Passion of Montgomery Clift, Amy Lawrence challenges the myth of Clift as tragic victim by examining Clift's participation in the manipulation of his image, his collaborations with directors, his relationships with costars, and his interactions with writers.

* Reviews:

"The art and legend of Montgomery Clift, tortured soul and triumphant talent, is brought into extraordinarily sharp focus in Amy Lawrence's discerning, sympathetic and highly readable examination of a brilliant, beautiful, haunted performer."—Lee Server, author of Robert Mitchum: Baby, I Don't Care

*About The Author:

Amy Lawrence is Professor of Film and Television Studies at Dartmouth College and is the author of Echo and Narcissus: Women's Voices in Classical Hollywood Cinema (UC Press), and The Films of Peter Greenaway.

Para comprar en Amazon.

5.1.10

Montgomery Clift. Vincitore e vinto. Biografía de Michelangelo Capua


Estos son los datos del libro, la sinopsis y datos del autor:

AUTORE: Capua M.

Montgomery Clift. Vincitore e vinto

COLLANA: Le comete

PAGINE: pp. 262

ILLUSTRAZIONI: N° 27 b/n f.t.

FORMATO: cm. 14x21


IL LIBRO

Bello e sensibile, intelligente e colto, ricco di talento e capace di assoluto rigore professionale: non si smetterebbe mai di elencare le doti di Montgomery Clift, uomo e attore. Eppure la sua vita – nonostante il successo e l’agiatezza che ne derivò – non fu che una lunga sequenza di sconfitte, appena interrotta da rari momenti di serenità.

L’omosessualità, mai negata e mai completamente accettata, fu senz’altro una delle ragioni di questo irrimediabile disagio esistenziale: era tutt’altro che facile essere e mostrarsi «diverso» nell’America del secondo dopoguerra.

Ma anche l’irrisolto rapporto con una madre autoritaria e protettiva, l’acuta sensibilità in conflitto con un mondo già dominato dal culto dell’apparenza e del denaro, la difficoltà di stabilire e mantenere profondi legami personali, non furono di certo motivi secondari.

Oggi Monty è quasi dimenticato (anche se qualcuno dei diciassette film di cui fu protagonista si affaccia di tanto in tanto sui nostri teleschermi). Eppure se fosse morto nel terribile incidente d’auto che ne sfigurò anche il futuro, sarebbe entrato nel mito, come è successo a James Dean e a Marilyn Monroe.


L'AUTORE

Michelangelo Capua è nato a Napoli nel 1966. Dopo aver vissuto e lavorato a New York, oggi risiede a Londra, dove si occupa di libri rari e di cinema. Con le Edizioni Lindau ha pubblicato: Vivien Leigh. Ansia di vivere e Anthony Perkins. Prigioniero della paura.

8.11.09

Artículo de Cine y Letras

En esta web aparece la siguiente biografía de Montgomery Clift escrita por Santiago Sánchez y Emilio C. García Fernández.


Sutil, atractivo, atormentado... Muchos son los adjetivos que le cuadran a este galán, cuya enorme calidad interpretativa convirtió en leyenda de Hollywood. Por desgracia para él, la felicidad no fue uno de los dones que le brindó el destino.

lift nació el 17 de octubre de 1920 en Omaha, Nebraska, y perdió la vida en Nueva York el 23 de julio de 1966. Su verdadero nombre era Edward Montgomery Clift. Pasó parte de su infancia viajando por Europa junto a su familia, en Francia y Alemania.

Con ocho años tuvo que superar una operación que le dejó una cicatriz en el cuello. Sus padres buscaron siempre educarles dándole todo lo que estaba al alcance de su mano, incluso en los momentos económicamente más difíciles para la familia.

Desde los catorce años empezó a actuar. Su primer papel fue en el teatro Berkshire de Stockbridge (Massachussets), en la obra Fly Away Home. De allí pasó a Broadway en donde estaría un año con Jubilee, un musical de Cole Porter en el que hacía de príncipe.

Después llegarían varias obras más como Obedient Husband, Eye on the Sparrow y así hasta que su papel en Dame Nature será muy destacado por la crítica.

Tras conocer al compositor Lehman Engel durante un viaje por México contrae la disentería, lo que supondrá un paréntesis en su carrera, de la que permanecerá apartado durante unos meses.

l teatro lo sería todo para él. A lo largo de los años, interpretaría obras de Thornton Wilder, Lillian Hellman, Tennessee Williams y Anton Chejov entre otros, hasta que a finales de los años cuarenta comienza a intervenir en sus primeras películas.

Sus actuaciones no pasan inadvertidas para uno de los fundadores del Actor’s Studio, el siempre controvertido Elia Kazan. En 1948 rueda Angeles perdidos, con Fred Zinnemann y, en especial, Río Rojo, de la mano de Howard Hawks y con un enorme John Wayne como protagonista.

Había duda de que aquel muchacho pudiera aguantar la demoledora personalidad de Wayne, pero el propio John acabó reconociendo la calidad de Clift y confirmando las esperanzas que en él había depositado Hawks. A continuación interpreta importantes películas como Un lugar en el sol (1951), de George Stevens, Yo confieso (1953), con el excelente Alfred Hitchcock, y Estación Término (1953), de Vittorio de Sica.

n el año de 1954, la desgracia se va a cruzar en su camino. Sufre un grave accidente de tráfico, que le deja profundas huellas en la cara, circunstancia que hará que su carácter se vuelva aún más introvertido y se retire del cine durante varios años.

Cuando retorna es un hombre transformado: la calidad de sus interpretaciones y, sobre todo, de la selección de títulos se resiente bastante. Cabe citar su colaboración con Elia Kazan, otra vez, en Río salvaje (1960); o sus papeles en ¿Vencedores o vencidos? (1961), de Stanley Kramer.

El mismo año rueda la enfática y crepuscular Vidas rebeldes, con John Huston. Su última intervención fue en una discreta película, El desertor (1966), de Raoul J. Levy, después de haber estado otros cuatro años parado por motivos de salud.

oy día tiende a recordársele como uno de los grandes actores intelectuales de Hollywood. Montgomery Clift tuvo una carrera importante, pero no llegó a dar de sí todo lo que llevaba dentro. Su compleja personalidad, su fragilidad anímica y su inadaptación a la época que le tocó vivir, su retraimiento en los actos sociales, unido a cierta mala suerte y una salud más bien frágil, entorpecieron su carrera siempre.

Comprendió, de la mano de gente como Elia Kazan, que la interpretación en cine debía evolucionar, que el estudio y la intuición necesitaban ir acompañadas de una profundización en las características psicológicas del personaje para extraer nuevos matices al arte dramático.

Conectó ampliamente con la generación de los años cincuenta, que veía en él una especie de arquetipo, alguien que pretendía romper los moldes que saltarían por los aires dos décadas después. En cierto modo, se puede decir de él que se anticipó a su tiempo, con las dificultades que eso conlleva.

Su vida se vio bastante afectada por sus inclinaciones homosexuales, tendencias que su hermano aceptó -no así su madre- en unos tiempos en que la libertad sexual no existía. De hecho, los estudios le impusieron la compañía femenina en numerosas ocasiones (la propia Elizabeth Taylor fue una de ellas).

Filmografía

1948: Los ángeles perdidos; Río rojo.
1949: La heredera.
1950: Sitiados.
1951: Un lugar en el sol.
1953: Yo confieso; De aquí a la Eternidad; Estación Término.
1957: El árbol de la vida.
1958: El baile de los malditos.
1959: Lonelyhearts; De repente, el último verano.
1960: Río salvaje.
1961: Vidas rebeldes; ¿Vencedores o vencidos?
1962: Freud.
1966: El desertor.


Copyright © Revista Cine y Letras, Guzmán Urrero Peña, Madrid, 2010.


con la tecnología de

13.6.09

Montgomery Clift, primera parte

Representó en su época una nueva clase de hombre: atractivo, 'sexy' y sensible. Y se convirtió en uno de los grandes ídolos del cine.

Procedente de una adinerada familia que descendía de escoceses e ingleses, del viejo Chatanooga, Tennessee, William Brooks Clift, Bill, estudió ingeniería por complacer a su padre, pero su verdadera vocación eran las inversiones, lo que decidió estudiar en una escuela nocturna.

En la Cornell University, conoció a una joven de impresionante belleza llamada Ethel Fogg, Sonny.

—¡Eres la muchacha más bella que he visto en mi vida! —le dijo admirado.

Ethel tenía grandes ojos claros, nariz pequeña, labios sensuales y dentadura perfecta. Su cutis sonrosado parecía un pétalo de rosa. Era muy sencilla en el vestir y apenas si se maquillaba.

Cuando cumplió los 18 años de edad, se había enterado del gran secreto de su origen. Los Fogg, que ella había creído siempre sus legítimos padres, no lo eran. Edward E. Montgomery, el médico que había asistido a su verdadera madre al traerla al mundo, le reveló:

—Perteneces a una aristocrática familia de Maryland. El nombre de tu mamá es María Anderson. Su madre, Eliza Anderson, una mujer tiránica y manipuladora, la forzó a abandonarte. La historia comenzó cuando tu madre escapó con tu padre, Woodbury Blair, y se casaron. Así desafiaron a Eliza, que abrigaba un resentimiento contra el padre de Blair. Aunque tu madre había quedado embarazada de ti, tu abuela se las valió para anular el matrimonio de tus padres y separarlos para siempre. Cuando naciste, Eliza me pidió que no revelara a la familia tu identidad y partió con tu madre para Washington D.C. donde la confinaría.
—¿Viven mis padres? ¿Sabe una dirección donde pueda encontrar a mi madre?
—Solo sé lo que acabo de contarte.
—¿Sabe por lo menos cómo fui a dar a casa de la familia Fogg?
—Durante el primer año de tu vida cuidé de ti. Luego tuve que entregarte en adopción a los Fogg, un matrimonio estable, de la alta sociedad de Maryland. Charles Fogg era vicepresidente de una compañía de acero en Germantown.
—Y era un alcohólico muy pesado también —dijo Ethel—. Mi vida con los Fogg nunca fue feliz.

La joven se separó de sus padres adoptivos. Y ahora que sabía la verdad sobre su identidad, guardó para sí el secreto que Montgomery le había contado. Ethel estaba confundida y muy ansiosa.Cuando conoció a Bill, este era un hombre encantador, caballeroso y lleno de buenas intenciones. Se hicieron novios, pero cuando cuatro años más tarde, él anunció a sus padres su intención de casarse con Ethel, estos se opusieron:

—¿Estás loco, hijo? ¿Cómo piensas unirte a una muchacha que no tiene familia ni dinero?
—Es buena, nos amamos y no renunciaré a mi felicidad —replicó él.

En 1914, contra viento y marea, Bill y Ethel se casaron.

Muchos años más tarde, Brooks Clift, hermano de Monty, e hijo de Ethel y Bill Clift, destacaría en su libro escrito con la ayuda de Judith M. Kass, The films of Montgomery Clift, que tal vez este rechazo de sus suegros fue lo que impulsó a Ethel para que deseara ser reconocida por su familia verdadera, los Anderson.

El matrimonio funcionó bien al principio. Poco a poco, ella le fue confesando el secreto de su origen a su marido y le dijo:

—Tengo derecho a mi identidad. Quiero encontrar a mi verdadera familia.
—Te daré el dinero que te haga falta para realizar tu plan —la apoyó.

Bill Clift estaba en el mundo de las inversiones y el First Bank of New York lo envió a abrir su primera compañía en Omaha, Nebraska. Ethel lo acompañó. Bill enseguida comprendió que el banco más grande de esa ciudad, el prestigioso Omaha National, no tenía departamento de inversiones y se entrevistó con su presidente para abrir uno. Así, Bill se convirtió en el muy bien remunerado vicepresidente del Omaha National Trust Company.

Su esposa esperaba a su primer hijo, que nació en mayo de 1919, y lo llamaron Brooks. Ella le hizo jurar a su esposo que guardaría el secreto de su origen hasta que los Anderson la reconocieran. Un año más tarde, los Clift instalaban su hogar en una zona exclusiva de la ciudad, en el 2101 Sur y la calle 33. Ethel estaba encinta de nuevo, pero esta vez esperaba gemelos.

El 17 de octubre de 1920 se le presentó el parto muy difícil. Primero vino al mundo su hija Roberta, nombre que le puso para honrar a una hermana de Bill. Pero el segundo bebé tardaba horas en llegar. Exhausta, Ethel gritó:

—¡No! No quiero otro hijo...

Estaba desesperada, pero al fin nació el hijo que más se apegaría en su vida, Edward Montgomery Clift. Pronto, lo apodaron Monty. Ethel le dijo a su marido que quería criar a sus hijos en el estilo que sentía los Anderson esperarían que lo hiciera.

Cuando Monty y Roberta tenían solo un año de edad y Brooks 2 y medio, Ethel dejó Omaha y a Bill, y comenzó a dar extensos viajes con sus hijos, dentro y fuera del país, acompañados por una niñera que había contratado, la señora Wilkie, quien se encargaba de disciplinarlos.

En 1925, Bill dejó el Omaha National Trust Company y se unió al New York Stock Exchange con la firma Ames, Emerich Investment. Ocupó un apartamento de soltero en Greenwich Village y, cuando Ethel llegó de uno de sus viajes con sus hijos, les alquiló una casa aparte, en New York. Un día, Bill tomó un crucero a Bermudas con la intención de alquilar una casa allí para Ethel y los niños.

Destaca el biógrafo Robert LaGuardia, autor del libro Monty, que durante la travesía Bill conoció al matrimonio Phillis y Thereon Bamberger; este último era un agente deprensa y productor. Acompañaba a la pareja una amiga llamada María, de 28 años de edad, descendiente de italianos, bella, brillante y cándida a la vez, y... soltera.

—Soy escritora —le dijo María a Bill cuando se conocieron.

De inmediato, hubo atracción mutua entre ella y Bill, y se hicieron amantes. La relación duraría 39 años, hasta el día en que él murió. En Bermudas, Ethel y los niños vivían como millonarios, con varios criados. Los chicos recibían clases de natación, equitación, tenis y música. Los pocos amigos con los que podían jugar eran elegidos por Ethel, y tenían que ser de buenas familias.

Los gemelos eran muy unidos. El uno se hallaba incompleto sin el otro. Esta relación única entre Roberta y Monty perduró toda la vida. Cuando en la adultez tuvieron que separarse, a Clift le parecía que le faltaba su otra mitad y eso lo perturbaba.Ethel solía leerles a sus hijos libros en voz alta. Teniendo Brooks 7 años y medio de edad y los gemelos 6, ella les leyó, mientras cenaban, parte de El prisionero de Chillon, de Lord Byron. Monty era el más sensible de los hermanos. A veces abandonaba la mesa llorando.

De regreso a New York, Ethel se enteró por medio de sus investigadores que su madre había muerto y localizó en Washington D.C., a Sophie, hermana de su madre. Esta le concedió una entrevista y Ethel se sintió feliz. Pensó que por el largo tiempo transcurrido desde su nacimiento y por la memoria de su hermana, encontraría a una tía compasiva, pero se llevó un chasco. Sophie era una anciana excéntrica, pedante y poco sentimental, que se mostró distante y despectiva con ella y decretó:

—Antes de que tú y tus tres hijos puedan ser reconocidos por los Anderson o por tu padre, Woodbury Blair, que aún vive, ustedes deben ir al extranjero, absorber la cultura europea, aprender francés y alemán, y perfeccionar sus modales.

Increíblemente, Ethel aceptó cada palabra de su tía como ley. Al regresar le dijo a Bill:

—Decidí educar a nuestros hijos como niños de la realeza, para que encajen como verdaderos descendientes de los Anderson y los Blair. Contrataré a profesores para que los eduquen hasta que estén aptos para ir a la universidad, y nos iremos a Europa. Debo apartar a nuestros hijos de la influencia contaminante de los niños ordinarios.

La situación familiar de los Clift era tan peculiar, que Roberta, la hermana de Bill, criticó a Ethel por no darle a su hermano el papel que le correspondía como padre y esposo. Ethel se enojó tanto que le quitó el nombre de la tía a su hija.

—Se acabó el Roberta. En lo adelante te llamas Ethel, como yo —dijo a la niña.

En mayo de 1928, ella se embarcaba con sus hijos y Wilkie, en el Ile de France, rumbo a Europa. Mientras se bañaba en la piscina del barco, otro niño hundió la cabeza de Monty, de 8 años de edad, bajo del agua largo tiempo. En la lucha por zafarse, pues se ahogaba, sufrió un trauma en el cuello que le causó una severa infección y fiebres muy altas.

—¡Moriré! —deliraba el niño.

Cuando el barco llegó a Alemania, tenía un absceso en el oído derecho. Monty fue hospitalizado por un mes en Munich y sometido a una larga operación y drenaje que le salvó la vida; pero la cirugía dejó una cicatriz, que le quedó al lado derecho del cuello de por vida.

Cuando se recuperó, Ethel se llevó a los niños a París y los colocó en manos de tutores franceses. Los vestía con la mejor ropa europea, visitaban el museo del Louvre, las Tullerías y asistían al teatro. Más tarde, en St. Moritz, después de haber visitado Ginebra y otras ciudades, Monty escribió una obrita teatral basada en un libro que había leído. Los Clift vivían en una lujosa mansión donde, además de estudiar las asignaturas regulares, recibían clases de francés y alemán, tenían un entrenador de esquí y un profesor de violín. Los niños eran muy unidos, pero añoraban socializar con otros niños de su edad.

En octubre del año 1929 se produjo la Gran Depresión económica deWall Street. En solo pocas horas, miles de familias se vieron en la ruina. Bill entre ellos. El actuó lo mejor que pudo. Aceptó un trabajo bien pagado en Chicago, en una compañía de inversionistas, y se mudó a un apartamento que compartía con un amigo para reducir sus gastos. Eso le permitía mantener a Ethel y el alto nivel que había elegido para sus hijos.

En enero de 1930, Ethel estaba de nuevo en los Estados Unidos con los niños, pero pronto regresaron a Francia y Alemania. En 1931, regresó para presentarse en Washington con sus hijos ante su tía Sophie. Pero aún la anciana no aprobaba su educación formal.
- Necesitan más modales... más etiqueta —dijo la Anderson mientras alzaba una ceja y hacía un gesto con la mano.

Los niños desconocían el parentesco que tenían con esa mujer y no entendían lo que sucedía. La situación económica de los Clift era caótica y en el otoño estaban viviendo en un pequeño apartamento en Greenwich Village, New York.

Bill estaba sin trabajo, pero Ethel tenía dos, uno por el día, en el hospital Mont Sinai, y otro por la noche, limpiando el piso de la Biblioteca Pública de New York, de la calle 42. Pero se lo ocultaron a los chicos. Bill se marchaba cada mañana, como de costumbre, para disimular.

Hasta en aquellos momentos, Ethel servía la mesa con la platería. Casi de inmediato, Bill consiguió trabajo como vendedor de seguros. Ella regresó de nuevo con sus hijos a Europa. En 1932, regresaron y Bill los instaló en una modesta casa en Sarasota, Florida, donde vivieron un año. La readaptación a los Estados Unidos fue muy dura para los niños.

—Nos sentíamos extranjeros en nuestra propia patria —confesaría Brooks.

A los 13 años de edad, Monty leía y se aprendía obras de Shakespeare con gran entusiasmo. Decidió dar un nuevo paso como actor y se presentó en una compañía teatral de aficionados de la localidad.

—¿Ustedes necesitan a alguien de mi edad? —indagó.
—No hay nada por ahora, pero deja tus señas y te llamaremos si haces falta.

Días después lo llamaron para un pequeño papel (sin pago) en la obra As Husbands Go. Ethel le dio permiso para actuar. A ella le fascinaba la idea de que su hijo se convirtiera en un actor famoso y lo empujaba hacia ese objetivo.

Durante el verano siguiente vivieron en una casa alquilada en Sharon, Connecticut. No muy lejos, en el Berkshire Playhouse, de Stockbridge, Massachusetts, comenzaban los preensayos para la comedia Fly Away Home, que sería puesta en escena en Broadway. Thomas Mitchell era la estrella y director, y Thereon Bamberger, el amigo de Bill, el productor. Uno de los dos chicos de la obra la abandonó de repente y Thereon le preguntó a Bill:

—¿Podrías traer a tu hijo Monty para una audición?

El productor tenía sus dudas por la inexperiencia del joven, pero este ganó el papel y en la obra hizo notar su presencia.

Desde entonces, quedó establecido que su nombre artístico sería Montgomery Clift. Thereon escribió en el New York Times sobre él:

‘El muchacho era bien parecido e inteligente, y desde el primer día de ensayo demostró que poseía un talento histriónico natural’.

Monty quería que su madre lo dejara solo en el teatro, para expresarse con libertad, pero ella siempre lo acompañaba.Geraldine Kay, quien tenía otro papel entre los jovencitos, diría:

- Uno siempre notaba que ella estaba ahí. Sentías su influencia sobre Monty: cuando ella no estaba, parecía ser él mismo; y cuando ella aparecía, él cambiaba.

Después que Fly Away Home terminó su temporada, Ethel recorrió las oficinas de los productores de Broadway con su hijo, para conseguirle un papel, pero nada lograron. Entonces ella enroló a Monty en la agencia de modelaje de John Robert Powers y él posó para varios anuncios, pero esto no le gustaba. No obstante, se motivó con la fotografía: tomaba fotos con su cámara y luego las revelaba e imprimía en casa. De adulto confesaría:

—Nadie en la familia podía tomar un baño los fines de semana, porque la bañera estaba llena de negativos, que yo tenía en proceso de revelado.

Monty llegó a ganar un premio con una foto que luego fue publicada en la revista Good Housekeeping. A los 15 años de edad, él trabajaba en Broadway en una comedia musical de Cole Porter, y todavía su madre no le permitía tener amigos ni andar solo por la ciudad.

En esa época, la familia Clift estaba establecida en New York. Un día, la tía Sophie le ordenó a Ethel ir a verla a Washington D.C. Cuando llegó, le dijo:

—Tienes que quedarte a vivir conmigo, Ethel, como si fueras mi dama de compañía.

Por vez primera Ethel se alteró y fue firme. Le declaró:

—No puedo dejar al resto de mi familia en New York.

Sophie trató de persuadirla con la idea de que, si lo hacía, conseguiría que los Anderson y los Blair la reconocieran. El encuentro terminó en una furiosa discusión y su tía le gritó que se marchara. Estaba muy claro que Sophie nunca la había tomado en serio. El ansiado reconocimiento era un imposible. Tantos años de sacrificio habían sido en vano.

Monty seguía trabajando en el teatro empujado por su madre. Y esta, al mismo tiempo, lo bloqueaba para que no se acercara a ninguna chica. El se sentía perturbado en su sexualidad. Y su madre trataba de controlar cada uno de sus pasos.

A pesar de la oposición de su madre, Monty comenzó a salir con chicas y a tener cortas relaciones con las admiradoras que lo esperaban después del espectáculo. A veces se veía con Anne Baxter, a quien había conocido en una audición; o salía con la actriz Louisa Horton. Asistió al debut de la famosa socialite Brenda Frasier en el Ritz-Carlton Hotel, pero no pudo vencer su timidez. Deseaba intensamente invitarla a bailar, para tenerla entre sus brazos aunque fuese ‘por unos minutos’.

En 1939, actuó en The Mother. Luego, conoció al compositor y conductor Lehman Engel, y se hicieron amigos. Por esa época, Monty tomaba clases de piano y juntos asistieron a conciertos musicales y obras de teatro. Lehman le llevaba 10 años, pero Ethel aprobaba y alentaba esa amistad. Un día, el compositor preparó un viaje en su yate a México y ella le preguntó:

—¿Podría ir Monty contigo?

Visitaron varios puertos y en Acapulco, al actor se le presentó una disentería amebiana. Lehman alquiló un avión para trasladarlo a Ciudad México y de ahí volaron a New York. Monty estaba muy enfermo. Y, aunque estuvo bien en unos meses, su cuerpo nunca se recuperó del todo. Luchando contra los síntomas de la enfermedad, se acostumbró a llevar consigo un montón de píldoras que le recetaban. Nunca dejó de cuidarse para regular los síntomas.

En 1940, trabajó en There Shall Be No Night. En esta obra hizo grandes amigos, y, durante una gira por los Estados Unidos, bebió su primer trago de alcohol.

—Bebamos un martini —lo invitó Richard Whorf, otro actor del elenco.

Los estudios MGM ofrecieron un contrato a Monty por 7 años, por 750 dólares semanales. Mayer lo quería para trabajar en Mrs. Miniver, pero él declinó la oferta:

—Aún no he llegado en el teatro hasta donde debo. Tendré mejores ofertas de cine en su momento —dijo.

Tal vez esta fue la decisión más sabia que tomó en su carrera. A principios de los años 40, mientras trabajaba en New York, Monty conoció a la famosa actriz y cantante Libby Holman, quien se obsesionó por él. Esta financió y preparó para él la obra experimental Mexican Mural, que abrió en el Chanin Auditorium de la 42 calle del Este. Con ella comenzó un affair. La Holman ejerció gran influencia en los primeros años de su carrera fílmica. Cuando la prensa preguntó a Monty, sobre su íntima relación con la Holman, declaró:

—Somos grandes amigos y espero que nuestra amistad continúe.

La carrera teatral de Monty iba en ascenso. En 1942 trabajó en The Skin of Our Teeth, obra de Thornton Wilder, dirigida por Elia Kazan. En Foxhole in the Parlor, que abrió en Broadway en abril de 1945, caracterizó a un furioso veterano de la guerra. Esta fue la primera vez que Monty fue entrenado por Mira Rostova. Su coprotagonista, Ann Lincoln, se enamoró locamente de él. Su relación con ella fue corta e intensa, y terminó en una pelea cuando Monty se negó a casarse con ella.

Su última actuación en el teatro, antes de que Hollywood lo sedujese, fue en You Touch Me, en 1945.

Monty Clift debutó en Hollywood con el film Red River, un magnífico film del Oeste coprotagonizado con John Wayne y una bella pareja romántica: Joanne Dru. La dirección era de Howard Hawks y Arthur Rosson. La caracterización de Monty fue peculiar, y Wayne y él trataron de sostener una relación respetuosa durante el rodaje. Monty fue cortés, pero odiaba la imagen de macho que Wayne intentaba proyectar en pantalla. Wayne por su parte declaró al editor de Life:

—Clift es un arrogante bastardillo.

Después de Red River, Monty trabajó con el director Fred Zinnemann en The Search. Filmaron en varias ciudades alemanas, y le pagaron 75.000 dólares por seis semanas de trabajo. A su regreso a New York, Monty estudió canto, se ejercitó en un gimnasio y tomó clases de actuación. En junio, retornó a Hollywood para filmar La heredera, junto a Olivia de Havilland. Ella ganó su segundo Oscar por su actuación. Monty ganó 100.000 dólares sin tener que audicionar. Era un actor moderno que gustaba y el 6 de diciembre de 1948, su imagen apareció publicada en la portada de la revista Life bajo el titular Nueva Estrella Masculina del Cine.

El firmó con la Twenty Century Fox para hacer The Big Lift en Alemania, junto a Cornell Borchers, una actriz desconocida. Pero las escenas de amor fueron las más seductoras y tiernas de toda su carrera fílmica. Más tarde, la Paramount lo contrató para trabajar con Elizabeth Taylor en A Place in The Sun (Un lugar en el sol, 1951). La actriz tenía entonces 17 años de edad. Los estudios de MGM y Paramount decidieron promocionar a Liz y a Montgomery antes de unirlos en la pantalla. Les pareció conveniente que ella loacompañara el estreno de La heredera, que sería en el teatro chino Grauman. Liz y Clift no se conocían. Ambos acordaron por teléfono que él pasaría por casa de la joven a recogerla.

Al llegar al teatro los esperaba una turba de fanáticos. Fueron fotografiados juntos como estaba previsto. Cuando comenzaron a proyectar la película, Clift se arrebujó en el asiento al ver su imagen en la pantalla y comenzó a lamentarse.

—¡Oh, Bessie Mae, estoy terrible, terrible! —gimió.
—¿Terrible por qué?... ¡Si tu actuación es excelente!

Monty recibió muchas felicitaciones del público y de la crítica. Pero se aferraba a la mano de Liz.

—Por favor, salgamos de aquí lo antes posible —le pidió.

De camino a la fiesta que ofrecía William Wyler, Liz le preguntó a Clift por qué la había llamado Bessie Mae.

—Es una combinación del final de tu nombre con Bésame mucho. El mundo entero te llama Elizabeth Taylor, pero solo yo puedo llamarte Bessie Mae.

Liz lucía delicada y seductora aquella noche con un vaporoso modelo blanco con los hombros desnudos. Monty admiró su belleza. Ellos hablaron de la cinta en que actuarían juntos y ella comprendió cuán en serio Clift se tomaba su trabajo.En Un lugar en el sol, Liz asumiría el papel de Angela Vickers, una rica y bella heredera que se enamora de George Eastman (Monty), un empleado de la fábrica de su padre que tiene relaciones con Alice Tripp (Shelley Winters), una obrera a la cual ha embarazado. Para poder casarse con Angela, Eastman decide deshacerse de Alice ahogándola en un lago.

—Siempre me preparo bien para cualquier papel —le dijo Clift—. He pasado una noche entera en la ‘casa de la muerte’ en San Quintin, para vivir el patetismo de un personaje ante la silla eléctrica. Así podré trasmitir mejor esas emociones.

Desde ese momento, Liz comenzó a aprender de Monty. Según el biógrafo John Parker en su libro Five for Hollywood, Clift ayudó a Liz a ser una actriz más completa: la hacía buscar en su fuero interno los elementos para una caracterización precisa.Por su parte, el director George Stevens le enseñó a Liz el verdadero arte del cine. Le hacía repetir las escenas cuantas veces fuera necesario hasta lograr lo que quería. Una mañana, la hizo entrar en traje de baño una y otra vez en las heladas aguas del Lago Tahoe.

—Esto es más una crueldad que arte —le dijo Clift.

Pero el film fue una de las obras maestras de Stevens. En las escenas íntimas tan difíciles para una inexperta joven como Liz, el director logró crear un ambiente donde ella pudiera sentirse muy cómoda.Entre tomas, Liz coqueteaba y bromeaba con Monty. Juntos pasaban largas horas y llegaron a establecer una gran amistad con sentimientos muy complicados. Terminada la filmación, Monty volvió a New York. El y Liz mantuvieron contacto telefónico regular y también se escribían. Por primera vez, ella tenía un confidente que no fuera su madre. Según la biógrafa Patricia Bosworth, en su libro Montgomery Clift, Monty llamaba a Liz la ‘mujer ideal’, y hablaba de ella como su ‘gemela’.

—Nos parecemos mucho —decía.

Por esa época, ella conoció a Nicky Hilton, el atractivo y acaudalado heredero de la gran cadena hotelera y se casó con él. Eso le rompió el corazón a Clift, que intuía que él no era
para ella.

(Continuará)

Por: Eunice Castro Fuente:
Vanidades.

16.5.09

Biografía de Patricia Bosworth (1).- Portadas

1ª edición (1978)

Ésta fue la segunda biografía que se escribió sobre el actor Montgomery Clift. Podría haber sido la primera porque su autora empezó sus investigaciones en 1973 pero se adelantó la de Robert LaGuardia.

Alineación al centro
No obstante, ésta es mucho más completa y sobre todo rigurosa. No es fácil acercarse a la figura de Montgomery Clift. Se puede caer tanto en una exagerada admiración más propia de fan y quedarse en la belleza física tan impresionante que tuvo el joven Monty, como tener la tendencia a hurgar en los aspectos más sórdidos de su vida privada. Es algo que yo misma intento evitar en este blog.

Contraportada con comentario del guionista Garson Kanin.

Patricia Bosworth siente una profunda y sincera admiración por la obra cinematográfica del actor, tuvo la ocasión de conocerlo de jovencita y como tal quedó fascinada por su belleza y encanto pero también intenta comprender la compleja personalidad, siente tristeza por lo angustiosa que fue la vida de Monty especialmente tras su accidente pero tampoco cae en lamentaciones ni en sentir pena.


interior y portada de bolsilo de 1979

A su enfoque riguroso y en ocasiones de estilo documental sin resultar frío ni lejano, se añade la gran cantidad de valiosos testimonios de quienes conocieron y amaron a Montgomery Clift. En esa biografía junto a la de Judith M. Kass y mis propias pesquisas en Internet, baso la recopilación de información que hago en este blog.



Ediciones españolas: Ed. Planeta (1980) y Ed. Ultramar (1989)

4.11.08

Biografía de Patricia Bosworth (3).- Preámbulo

En 1973, cuando comencé a reunir datos para esta biografía, comprendí que iba a tener un doble objetivo: deseaba demostrar cómo había evolucionado Montgomery Clift hasta convertirse en uno de los actores definitivos de los años cincuenta, pero también quería explorar la vida íntima y los trágicos esfuerzos de un hombre que seguía siendo una figura enigmática hasta para sus más entrañables amigos.

Traté de entrevistarme con todos los actores, directores y muchos autores con quienes Monty había trabajado. Hablé con la mayoría de sus amigos íntimos, con sus agentes, su abogado, su médico, su peluquero y su antiguo secretario, y pasé una tarde errando por las habitaciones de su elegante mansión de piedra roja.

Recurrí básicamente a los orígenes primarios. Mi máximo reconocimiento se lo debo a Brooks, hermano mayor. Brooks había conservado todo cuanto tenía que ver con Monty: álbumes fotográficos, vestuario de casi todos sus filmes, correspondencia antigua... incluso una de las primeras notas secretas que Monty garabateaba a su madre cuando era pequeño, en la que afirmaba:

"Te quiero. ¿Por qué no?"
Brooks me ayudó a rastrear los orígenes de las familias Clift y Anderson-Blair hasta cinco generaciones precedentes, afincados en Tennessee y Maryland, y a recrear comigo la infancia de Monty en Europa y Chicago, sus años en Broadway y Hollywood, y los últimos, transcurridos casi como semirrecluso.

Los recuerdos de Brooks se vieron complementados por los de Ethel McGinnis, hermana gemela de Monty, quien también me prestó generosamente sus cartas y fotografías. Y, por el tiempo y ayuda dedicados, manifiesto profundo agradecimiento a Sunny Clift, madre de Monty.

Debo expresar mi especial reconocimiento por las entrevistas, cartas y el constante estímulo recibidos de Kevin McCarhy, Augusta Dabney, Jeanne Levy, Ned Smith, Lorenzo James, Robert Lewis, Bill Le Massena y Jack Larson, quienes con frecuencia me advirtieron de la existencia de algún material de remota procedencia.

Hago constar asimismo mi agradecimiento a Paul Meyers y al equipo de los Archivos Teatrales de la Lincoln Center Library of the Performing Arts, de Nueva York; a los equipos de la New York Society Library y a la Library of the Academy of Motion Picture Arts and Sciences de Los Ángeles, por la generosa ayuda que me han prestado.

También quiero hacer patente mi agradecimiento a Arthur Miller, Elia Kazan, Fred y Renée Zinnemann, Judy Balaban, Katherine Hepburn, Tennessee Williams, Maureeen Stapleton, Nancy Walker, Lynn Tornabene, Irving Shaw, Patricia Roe, Hope Lange, Ed Foote, Janet Cohn, EDie Van Cleve, Phyllis Thaxter, Morgan James, Patricia Collinge, la difunta Diana Lynn, Michael Kellin, Nora Ephron, Mike Maslansky, Harry Sions, Jim Goode, Francis Robinson, Herman Shumlin, Robert Parrish, Nancy Pinkerton, Rosemary Santini, Arline Cunningham, Lehman Engel, Mira Rostova, Eli Wallach, Inge Morath, Frank Taylor, Jim Bridges, Dolly Haas, Max Youngstein, a los doctores Arthur Ludwig y Richard Robertiello, a Mildred Newman, Fred Green, Deborah Kerr, Peter Viertel, Susan Kohner, John Weitz, John Huston, Eleanor Clift, Don Keefer, Karl Malden, François Truffaut, Myrna Loy, Bill Kenly, Joanna Ney, Irene Sharaff, Sybil Christopher, Richard Burton, Dore Schary, Kay Brown, Phyllis Jackson, Audrey Wood, Donald Windham, Sandy Campbell, Sidney Davis, Harriet Van Horne, Norris Houghton, John Fieldler, Ellen Adler, Roddy McDowall, Bruce Robertson-Dick, Burt Padell, Ben Bagley, Anne Baxter, Danny Selznick, Giuseppe Perrone, Herman Citron, Willima Wyler, Herb Machiz, Thornton Wilder, Isabel Wilder, Ruth Gordon, Garson Kanin, John Dartig, Ed Epstein, John Springer, Bill Werneth, Shelley Winters, James Jones, Martin Swenson, Nicola Dantine, Helmut Dantine, al fallecido Robert Ryan, Elaine Dundy, Judy Feiffer, Guy Moneypenny, Brooke Hayward, Bill Gunn, Marie Crummere, Gladys Hill, Paul Kphner, Robert lantz, Shirley Lantz, Helen Merrill, Merle Miller, Edward Dmytryk, al fallecido Stephen Boyd, Lucy Komisar, William Marchant, a los doctores Lily Ottenheimer y J. William Silverberg. Y, por sus consejos editoriales, al fallecido Tony Godwin, a Dan Okrent, Tom Stewart y Gene Stone.

Y, por último, una breve nota sobre mis propias impresiones. Conocí a Montgomery Clift siendo una muchacha. Mi padre, el abogado Bartley Grum, contribuyó a organizar su viaje a Israel y también colaboró para que Monty pasara varios días en la cámara de condenados a muerte de San Quintín, como parte de su preparación para el papel de asesino que debía representar en el filme A place in the sun (Un lugar en el sol, 1951).

Nunca olvidaré a Monty paseando de un lado a otro de nuestro salón, describiendo con fidelidad y extraordinaria emoción a los convictos que había conocido en presidio.

Veintitrés años después, cuando comencé a estudiar sus representaciones cinematográficas, me di cuenta de que la mejor labor de Monty siempre consistía en su notable sintetización de los elementos esenciales de un personaje. Monty personificaba en sus filmes a los incorformistas y solitarios que, entre violentas crisis, parecen avanzar a tientas hacia la comprensión de sí mismos y del mundo: obrando de tal modo, Monty siempre revelaba alguna básica verdad humana.

Éste es el placer que Montgomery Clift lograba finalmente en sus actuaciones y es la razón por qué deseo desentrañar los misterios de su singular calidad artística exponiendo todo ello en forma de libro.

7.9.08

Biografía de Patricia Bosworth (2).- Contraportada


Montgomery Clift

Patricia Bosworth


A los doce años Montgomery Clift inició una brillante carrera en los escenarios de Broadway. A los treinta se convirtió en uno de los actores más admirados de Hollywood. Era un hombre solitario, orgulloso, sensible y distante. Adorado por millones de personas, respetado por sus compañeros, fue, no obstante, un enigma para todo el mundo.

Era famoso por sus ataques de ira, por sus extravagancias. Su ambigüedad sexual, que le torturó a lo largo de su vida, su inexplicable angustia y una fán autodestructivo que le empujaba a consumir grandes cantidades de píldoras, drogas y alcohol, dieron de él una imagen de personaje atormentado y débil.

Patricia Bosworth, tras llevar a cabo una minuciosa investigación y reunir multitud de testimonios de familiares, amigos y conocidos de Monty -como le solían llamar-, ha realizado una de las más completas y apasionantes biografías de uno de los grandes mitos de Hollywood.


Ultramar Editores, S.A.
Mitos M6

14.5.08

Monty. A Biography of Montgomery Clift. By Robert LaGuardia



(datos de la portada)

(English text)
Monty. A biography of Montgomery Clift. The sensational nationwide bestseller!

(datos de la contraportada)
Backpage:
"Fascinating, often astounding... Monty Will be read, talkd about, passedaound". Rex Reed, New York Daily News.

Millions adored him. Women -and men- couldn't resist him. Brando and Dean emulated him. Elizabeth Taylor was mad about him. Hollywood moguls feared him. Marilyn Monroe befriended him. In the end, drugs, alcohol, and his own conflicting sexual desires consumed him.

Here, for the first time, is the definitive, emotionally charged biography of a brilliant American actor. Here is Montgomry Clift, the haunted man behind the boyish fire that ignited the screen.

"Graphic, harrowing... Exceedingly candid... Compulsive reading." The New York Times.

"A book as hard to put down as the life was to embrace." Boston Globe.

Selected by 2 Major Book Clubs. With 60 photos, many never before published and a complete filmography.

(datos del interior)
"Brands on the reader's mind an image that is hard to shake off" Pubblishers Weekly.

Monty. Classically handsome, extraordinarily gifted-- and dedicated to hus own destruction. From hus smashing screen successes: The Search, From here to eternity, The Misfits, to his man-to-man showdown with John Wayne in Red River, through the behund-the-scenes clashes with directing giants Alfred Hitchcock and John Huston, to his intense relationship with Liz Taylor, begun on the set of A place in the sun, and finally, through his slow drowning ina river of vodka and pills-- MONTY captures the truth of a tragic life.

"The entire field of film biography takes a major step forward with the publication of this superb book" Cinema Booklist.

"A detailed, disturbing portrait of a tortured, gifted, self-destroyer" Chicago Daily News.

"Amazing... remarkably accurate" Truman Capote.

Main Selection of the movie book club.

15.3.08

Biografías

* Monty. A biography of Montgomery Clift.- ROBERT LAGUARDIA (1977). Arbor House. / New York: D.I. Fine, c1988


* Montgomery Clift.- PATRICIA BOSWORTH (1978)


(imagen de la primera edición)



* Edición española: Ultramar Editores, Col. Mitos -M6- (1989)DESCATALOGADO





* The films of Montgomery Clift.- JUDITH M. KASS; foreword by Brooks Clift. Secaucus, N.J.: CItadel Press, 1976.

* Edición española: Odín Ediciones (1993)

(portadas edición inglesa y española):














* Montgomery Clift. A biography.- MICHELANGELO CAPUA





* Monty Clift. Pasión secreta.- LLUIS FERNÁNDEZ (1989)










Further Reading:


  • Montgomery Clift by Maurice Leonard (London: Hodder and Stoughton, 1997).

  • Montgomery Clift : a bio-bibliography by Mary C. Kalfatovic (Westport, Conn.: Greenwood Press, c1994).

  • Montgomery Clift : beautiful loser by Barney Hoskyns (New York: Grove Weidenfeld, 1992).




  • Montgomery Clift : a biography by Patricia Bosworth (New York: Limelight Editions, 1978).

  • Rebel males : Clift, Brando, and Dean by Graham McCann (New Brunswick, N.J. : Rutgers University Press, 1993).

  • Five for Hollywood by John Parker (Secaucus, NJ : Carol Pub. Group, 1991).

  • Too young to die by Patricia Fox-Sheinwold (Baltimore: Ottenheimer Publishers, 1979).
Su carrera comprende 17 títulos entre 1948 y 1966. Trabajó con los grandes directores (Hawks, Hitchcock, Stevens, Zinnemann, Kazan, Huston, Wyler) y las grandes estrellas (Lancaster, Marilyn Monroe, Katherine Hepburn, Brando, Wayne, Elizabeth Taylor especialmente) de entonces.
Su carrera comprende 17 títulos entre 1948 y 1966. Trabajó con los grandes directores (Hawks, Hitchcock, Stevens, Zinnemann, Kazan, Huston, Wyler) y las grandes estrellas (Lancaster, Marilyn Monroe, Katherine Hepburn, Brando, Wayne, Elizabeth Taylor especialmente) de entonces.
Su carrera comprende 17 títulos entre 1948 y 1966. Trabajó con los grandes directores (Hawks, Hitchcock, Stevens, Zinnemann, Kazan, Huston, Wyler) y las grandes estrellas (Lancaster, Marilyn Monroe, Katherine Hepburn, Brando, Wayne, Elizabeth Taylor especialmente) de entonces.
The Right Profile
Lyric
Say, where did I see this guy?
In red river?
Or a place in the sun?
Maybe the misfits?
Or from here to eternity?

Everybody say, is he all right?
And everybody say, whats he like?
Everybody say, he sure looks funny.
Thats...Montgomery Clift, honey!

New York, New York, New York, 42nd street
Hustlers rustle and pimps pimp the beat
Monty Clift is recognized at dawn
He aint got no shoes and his clothes are torn

I see a car smashed at night
Cut the applause and dim the light
Monty's face is broken on a wheel
Is he alive? can he still feel?

Everybody say, is he all right?
And everybody say, whats he like?
Everybody say, he sure looks funny.
Thats...Montgomery Clift, honey!

Nembutol numbs it all
But I prefer alcohol

He said go out and get me my old movie stills
Go out and get me another roll of pills
There I go again shaking, but I aint got the chills