En junio de 1959 se produjo un pequeño incendio en la casa de Montgomery Clift. La policía, los bomberos y reporteros del Daily News llegaron en el momento en que aparecía Monty, seguido de un grupo de jóvenes, que se desvanecieron.
El dúplex quedó muy perjudicado por el fuego, sobre todo el dormitorio, totalmente ennegrecido. Monty llamó a Curt Behrens que había pintado el apartamento en 1954. Según él, hablaron de que reparar los daños costaría una fortuna y Monty manifestó que ya no le gustaba el apartamento y que había decidido irse de allí. Behrens le preguntó cómo se había producido el fuego.
Corrió la voz de que el incendio se había iniciado en una reunión de cocainómanos y de reuniones desenfrenadas dado que Monty facilitaba tantas llaves del dúplex. Uno de sus amigos, de quien Patricia Bosworth no da nombres recuerda lo siguiente:
"Yo tenía una llave y decidí pasar allí la noche puesto que había subarrendado mi apartamento por trasladarme a la costa. De todos modos, me presenté sin telefonear y me metí en el dormitorio principal, sobre las cuatro de la tarde. Monty estaba sentado en la cama como una princesa con otros tres muchachos. Al verme allí se encerró en un lavabo. Salí rápidamente de allí y dejé la llave en el salón. Más tarde telefoneé para disculparme y Monty se mostró muy frío, simulando no saber de qué le estaba hablando.
El dúplex quedó muy perjudicado por el fuego, sobre todo el dormitorio, totalmente ennegrecido. Monty llamó a Curt Behrens que había pintado el apartamento en 1954. Según él, hablaron de que reparar los daños costaría una fortuna y Monty manifestó que ya no le gustaba el apartamento y que había decidido irse de allí. Behrens le preguntó cómo se había producido el fuego.
"Por fumar en la cama" repuso Monty.
Corrió la voz de que el incendio se había iniciado en una reunión de cocainómanos y de reuniones desenfrenadas dado que Monty facilitaba tantas llaves del dúplex. Uno de sus amigos, de quien Patricia Bosworth no da nombres recuerda lo siguiente:
"Yo tenía una llave y decidí pasar allí la noche puesto que había subarrendado mi apartamento por trasladarme a la costa. De todos modos, me presenté sin telefonear y me metí en el dormitorio principal, sobre las cuatro de la tarde. Monty estaba sentado en la cama como una princesa con otros tres muchachos. Al verme allí se encerró en un lavabo. Salí rápidamente de allí y dejé la llave en el salón. Más tarde telefoneé para disculparme y Monty se mostró muy frío, simulando no saber de qué le estaba hablando.
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