Monty no solía hablar de su infancia, incluso con sus más íntimos amigos.
- Su familia, su procedencia, estaban envueltos en el misterio - dice Kevin McCarthy.
- Era como si padeciese amnesia - dice la periodista Eleanor Harris, quien en una ocasión trató de preguntarle acerca de sus antecedentes para un artículo en McCall's.
"Mi infancia fue fantasmagórica, mis padres viajaban
muchísimo", me dijo y se encogió de hombros.
"Es todo lo que puedo recordar".
--- es curioso como cita a sus padres ---
Pero Brooks y Sister tampoco lograron recordar mucho una vez que dejaron la casa familiar y emprendieron sus propias vidas de adulto. Aquellos años transcurridos en Europa y Nueva Inglaterra, aquellos opulentos viajes y aquellas casas alquiladas y hoteles de estancia quedaron en blanco.
El mismo Brooks lo corrobora:
Pero Brooks y Sister tampoco lograron recordar mucho una vez que dejaron la casa familiar y emprendieron sus propias vidas de adulto. Aquellos años transcurridos en Europa y Nueva Inglaterra, aquellos opulentos viajes y aquellas casas alquiladas y hoteles de estancia quedaron en blanco.
El mismo Brooks lo corrobora:
Psicológicamente no parecíamos tener
recuerdos, de modo que no olvidamos. Pero al mismo tiempo nos obsesionaba
nuestra infancia. La mencionábamos entre nosotros. En parte, cada uno deseaba
desesperadamente recordar nuestro pasado y resultaba frustrante si no lo
conseguíamos. Cuando habíamos bebido bastante, si
algún detalle nimio de nuestro pasado acudía a nuestra memoria, nos echábamos a
llorar.Monty decía que el olor de crema de zapatos le recordaba los inviernos
de su infancia. Podía llegar a ponerle histérico oler
a betún.
Pero aún más que su hermana o su hermano, Monty ansiaba secretamente volver a captar y copmprender sus años infantiles. Intentaba constantemente revivir los meses pasados en Europa, Chicago o Nueva Yoprk, antes de convertirse en actor.
Cuando se sometió a psicoanálisi, aquel deseo se intensificó.
Me
telefoneaba desde Hollywood -dice Brooks- a veces a las 4 de la
mañana y decía:Yo no podía"Boof, (era mi apodo infantil) ¿qué nos
pasó exactamente en Ginebra en 1929? ¿Fue entonces cuando cogimos la
varicela y
aprendimos a tricotar? ¿Estuve separado de mi hermana
en Munich? ¿Qué nos pasó? ¡Oh Boof querido!, ¿puedes
recordarlo?. ¨¿Éramos
felices entonces?".
responderle a todo aquello, y finalmente colgábamos el teléfono.
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