La mejor palabra que describiría la infancia de Monty sería la de desarraigo, a lo que se sumaría la excentricidad que les inculcaba la madre, Sunny, con sus aires de grandeza y su enfermiza obsesión de reconocimiento familiar; pero asombra el bagaje cultural y el nivel de vida que la caracterizaron, muy inusual para una estrella de Hollywood (salvo la "aristocrática" Grace Kelly o la noble Audrey Hepburn, los orígenes de los actores solían provenir de la miseria o clases bajas como denominador común).
La infancia de Monty queda constreñida a la de sus hermanos y madre. No se relacionó con primos ni niños del vecindario, se mudaron constantemente no sólo de casa sino de ciudad y estado y a partir de 1928 se embarcaron en largos y estrafalarios viajes para empaparse de la cultura de la vieja Europa.
Los días transcurrían entre visitas a museos y espectáculos y recibían las más variopintas enseñanza de preceptores y profesores particulares. A su vuelta en 1932 eran unos auténticos extraños en EE.UU.
Los días transcurrían entre visitas a museos y espectáculos y recibían las más variopintas enseñanza de preceptores y profesores particulares. A su vuelta en 1932 eran unos auténticos extraños en EE.UU.
Monty Clift fue un actor intelectual pues sus inquietudes culturales, especialmente las artísticas, se forjaron desde pequeño. Lo más destacado es que era trilingüe: manejándose en francés, alemán e italiano. En un documental que vi hace muchísimos años, no grabado y que recuerdo a trozos, oí que quiso aprender el español para leer el Quijote. Ni en las biografías ni a través de Internet no he podido constatar ese dato que tanto me agrada.
Sunny se caracterizó por métodos educativos considerados entonces poco ortodoxos. En Omaha la recordaban como una madre hermosa que paseaba a los bebés en plena intemperie. En el frío primer invierno de vida de los gemelos se les veía en su cochecillo entre vientos helados; claro que luego se enorgullecería con la buena salud de los niños:
En sus primeros años, Monty era un niño dócil y tranquilo. A sus seis años, dibuja a su familia con las características cejas negras y pobladas y con largas piernas."Me tomaban por loca pero fortalecí sus débiles constituciones: nunca tuvieron ni un simple resfriado."
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