Quebec, ciudad hitchcockiana

En este blog, aparece un entretenido post acerca de un viaje a Quebec y el autor relaciona sus vivencias con I Confess (Yo Confieso, 1953), que como se sabe se rodó allí.

"(...) Me detuve en I confess (Yo confieso o Mi secreto me condena, fueron sus títulos en español, aunque ahora que se ha editado en DVD el secreto se convirtió en “pecado”: Mi pecado me condena), la cinta canadiense de Hitchcock. Estaba sólo en renta, y le pedí a los amigos que eran nuestros anfitriones la llevaran a casa. Por lo mismo, cuando esa otra tarde hicimos el viaje en río desde Montreal y apareció ante nosotros el viejo Quebec, pensé que llegaba a una locación hitchcockiana, pues Yo confieso abre con esa misma vista filmada desde un ferry. Luego, unas flechas de tránsito con la leyenda “direction” van conduciendo a los espectadores al lugar donde se acaba de cometer el asesinato. Se ve, desde la ventana, al hombre tirado en el interior y una cortina de cuentas de madera que se sacude en la puerta por alguien que acaba de cruzarla; y sale de la casa un hombre con sotana y sombrero, que camina calle abajo. Dos adolescentes pasan por ahí de regreso al hogar (a deshoras, porque en sus tiempos libres cuidan niños), y van atrás de él. Esta es la secuencia inicial de esa película que había filmado Hitchcock en Quebec justo cincuenta años antes de que llegáramos a la ciudad (...)"

El autor demuestra tener bastante conocimientos acerca de Montgomery Clift y su actuación:

"Montgomery Clift firmó el primero de julio para interpretar al padre Michael Logan. (...) Sorprendió de tres maneras a Hitchcock.
Una: En 1945 el actor había conocido, en la Gran Estación Central de Nueva York, al hermano Tomás, un joven monje que acababa de tomar los hábitos y con el que hizo gran amistad; a su llegada a Canadá, Clift buscó a su amigo y vivió con él unos días en un monasterio para que éste le enseñara a rezar el rosario y decir la misa. Obtuvo de él una forma de caminar que el actor creyó propia de los curas. Con estas armas, Montgomery Clift estaba casi listo para empezar el rodaje.
Dos: Como “actor de método”, Clift no sólo estudiaba a conciencia a sus personajes sino que requería de la constante supervisión de su maestra Mira Rostova, que viajó con él a Quebec y aprobaba, a escondidas del director o para su desesperación, las maneras y tonos del padre Logan.
Y tres: El actor tenía una dependencia más: la bebida. Luego de la filmación, y para vengarse de él, Hitchcock pidió en una fiesta que la copa de Clift siempre estuviera llena y le provocó una borrachera que a las pocas horas lo dejó tirado en el piso con un perro lamiéndole el rostro."

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